Mis queridas/os amigos de Liria, dirección, Hermanos, personal de limpieza, comedor, granja, Projecte Obert, etc.
Parece ser que entre mediados de enero y mediados de febrero, se dan las temperaturas más bajas del año. Así que, si es cierto, ya sabemos cómo combatirlo. ¡Abriguémonos!, o ¡Pongamos Amor!
Quiero comentaros dos fiestas que sin duda acaparan nuestra atención. Ambas nos hablan de amor.
La Presentación de Jesús en el templo.
La fiesta del día 2 de febrero nos recuerda el texto bíblico que hallamos en el Evangelio de Lucas 2.
Cuando se cumplieron los días de la Purificación de María prescrita por la ley de Moisés, llevaron al Niño a Jerusalén para presentarlo al Señor: “Todo primogénito varón será consagrado al Señor.
Ofrecieron también en sacrificio como dice la ley del Señor: Un par de tórtolas o dos pichones.
Había en Jerusalén un hombre llamado Simeón hombre justo y piadoso. […]. Simeón tomó al Niño en sus brazos y bendijo a Dios diciendo. “Ahora, Señor, según tu promesa puedes dejar que tu siervo muera en paz. Mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos como luz para alumbrar a las naciones”.
Esta fiesta es la patrona de todas las personas consagradas, es decir de los religiosos/as, laicos/as consagrados/as.
Para todas estas personas, ¡¡Felicidades!!
Fiesta de San Valentín
El día 14 de este febrero se celebraremos la fiesta de San Valentín, que según la leyenda se convirtió en patrono de los enamorados. Una fiesta en la que el amor parece simbolizarse en abrazos, besos, obsequios… entre enamorados. La verdad es que San Valentín no se ha encontrado en el santoral, por ello en 1969 dejó de celebrarse litúrgicamente a este santo.
Sin embargo, en un mundo carente de auténtico amor, no está mal que celebremos el verdadero amor no solo en entre los jóvenes, sino entre personas mayores comprometidas hasta el fin de sus vidas en el amor.
Resulta, cuando menos, desconcertantes encontrar aquí, en medio de la Biblia, una colección de poemas de amor sin la menor referencia religiosa o moral. Porque ese amor es el que buscan, sienten, sufren y gozan los enamorados que se atraen con todos sus encantos posibles, que se hablan con lenguaje íntimo y atrevido, que se quieren en cuerpo y alma.
Al fin y al cabo, si Dios es AMOR, las palabras hermosas y veraces del amor son palabras de AMOR”
¡¡Viva, pues, el amor!!
Con mi cariño de siempre para todos un abrazo muy fuerte.
