Apreciados amigos, una vez más estoy con vosotros

 

Y hoy con el lema “Y TÚ, ¿QUÉ ELIGES? Y con el lema va unido la RESPONSABILIDAD.

La COMISION de Educación cada año propone un CARTEL, UN LEMA Y UN ICONO junto con un material ad hoc para trabajar a lo largo del curso; y ahí estamos implicados Hermanos, profesores, monitores, alumnos, familias, asociados, personal de servicio…

Todo esto en función de potenciar y/o mejorar nuestras actitudes, tanto a nivel personal como social y espiritual. Ahí está la RESPONSABILIDAD.

“Cuentan que hace mucho tiempo, en el lejano oriente, un hombre quedó viudo, y tuvo que quedarse al cuidado de sus hijas pequeñas. Las niñas eran muy inteligentes y curiosas.
De hecho, estaban constantemente preguntando cosas a su padre. Y él respondía con mucha paciencia. Pero llegó un día en el que el padre de las niñas se vio incapaz de responder a las complejas preguntas de sus hijas, y decidió enviarlas una temporada con el hombre sabio del lugar, un anciano que vivía en lo alto de una gran montaña. Las niñas preguntaron al sabio muchísimas cosas, y él parecía tener respuesta para todo.

¿Por qué las estrellas no se caen?, ¿por qué el mar viene y va?, ¿por qué no vemos la luna por el día?… Y él, con una bondadosa sonrisa, respondía con calma a cada una de las preguntas. Las niñas estaban sorprendidas…¡no podía ser que lo supiera todo! Tal es así, que una de las hermanas, deseosas de dejar al anciano sin respuesta, le propuso a su hermana:
¿Por qué no buscamos una pregunta que el sabio no sea capaz de responder?
-. ¿Y cuál puede ser? – se preguntó su hermana
.- Espera, tengo una idea…
.-La niña salió de la habitación, y las cinco minutos regresó con algo envuelto en trapo.- ¿Qué llevas ahí? preguntó su hermana con curiosidad.
.-Entonces, la niña levantó ligeramente el trapo y dejó ver una hermosa mariposa azul.
.- Verás, iremos a verle y sostendré la mariposa en mi mano. Le preguntaremos: ¿Qué crees que tengo en la mano, una mariposa viva o una mariposa muerta? SI él responde que está viva, apretaré la mano sin que se dé cuenta y así la mariposa estará muerta cuando la abra… Y no habrá acertado.
Si responde que está muerta, la dejaré libre, y el sabio tampoco habrá acertado…
.- ¡Qué lista eres, hermanita!
Así que las hermanas corrieron a ver al viejo sabio. Al llegar, la niña le hizo la pregunta que habían acordado.
:-Tengo una pregunta para ti, gran sabio… ¿Qué tengo en la mano: una mariposa viva o una mariposa muerta?
El anciano, se quedó mirándola los ojos y respondió muy sereno:
.-Todo depende de ti. Está en tus manos.

Con afecto.

H.Joaquín Gasca.fsc. Liria. 1.10.2020.